4 feb 2014

El Chupa Chups

Tuvo la idea de unir un caramelo a un palo y triunfó en el mundo entero. Enric Bernat Fontlladosa pertenecía a una familia de confiteros desde mediados del siglo XIX. Y, además, su esposa, Núria Serra, era hija del propietario de una pastelería. Aunque la compañía, Chupa Chups, era catalana, su domicilio social estaba en un pequeño pueblo asturiano, Villamayor. Todo es consecuencia que en 1954, la empresa donde trabajaba Enric Bernat lo envió a enderezar la factoría y la orientó hacia la fabricación de caramelos.

En 1958 salió al mercado el caramelo con palo que revolucionó el mercado, pero los propietarios no creían en el nuevo producto y vendieron la fábrica a Bernat.

«Observé los caramelos que se hacían y me sorprendí al ver que no había ninguno pensado para los niños, cuando éstos son los grandes consumidores. No les cabían bien en la boca, se ensuciaban las manos y acababan con problemas con sus madres. Fue así como se me ocurrió lo del palo», afirmaba siempre que se le preguntaba cómo tuvo la idea.

Aunque el primer caramelo con palo se vendió en 1958, la empresa Chupa Chups, no se constituyó como tal hasta 1964. La primera factoría en Cataluña data de 1967. Uno de los factores de su crecimiento es que estableció una flota de distribución, que alcanzaba más de 300.000 puntos de venta. Chupa Chups es, actualmente, una multinacional. Con ocho centros de producción (tres en España, dos en Rusia y uno en Francia, México y China), da trabajo a unas 1.700 personas, tiene presencia comercial en 150 países y el 90% del volumen de ventas se produce fuera de España.

A pesar de todo, el éxito de Bernat fue conseguir mantenerse en un mercado tan competitivo como la confitería con un único producto desde 1958 hasta 1995, cuando lanzó el Smint, un caramelo sin azúcar para adultos. Chupa Chups fue una de las primeras empresas españolas que se internacionalizó: primero, sobre la base de la exportación del caramelo y de dos plantas distribuidoras, en Estados Unidos y Japón. Después, seguirían las europeas. Bernat tuvo la osadía de instalarse en la Unión Soviética. En 1991 ya puso en funcionamiento una planta en San Petersburgo. La entrada en el mercado ruso tuvo su recompensa: los astronautas rusos de la estación espacial MIR degustaron un chupachups que pidieron para sustituir al tabaco.

EL LOGOTIPO FUE DISEÑADO POR SALVADOR DALÍ

El logotipo inventado por Dalí no fue el primero que tuvo Chupa Chups. Anteriormente el diseño consistía en una niña con el caramelo en la boca. Pero Enric Bernat, fundador de Chupa Chups, quiso buscar un modo de lanzar su negocio en todo el mundo y para ello necesitaba un logo más universal que el utilizado hasta entonces.

Así que en 1969 Bernat fue a Figueras, lugar de residencia de Salvador Dalí, para que el universal artista le hiciera un buen logotipo y alcanzar sus objetivos comerciales. Tan solo fue suficiente una hora para que Dalí finalizara el trabajo, el cuál le fue recompensado con unas cifras astronómicas. La primera publicidad fue el logo con el eslogan «És rodó i dura molt, Chupa Chups», que se traduce del catalán como «Es redondo y dura mucho, Chupa Chups».

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