1 may 2014

El origen de Bugs Bunny

Bugs Bunny es una estrella animada de la Warner Bros y uno de los personajes de dibujos animados más conocidos en todo el mundo, rivalizando en popularidad con el propio Mickey Mouse.

Pero aunque lo conozcamos y hayamos disfrutado de sus aventuras seguro que hay muchas curiosidades acerca de él que desconocemos: el origen de su nombre, de sus más famosas frases, su evolución, sus premios…

Aunque al principio se le llamó Serapio en algunos países hispanos, pronto fue adoptado el nombre original inglés aunque se mantuvo un tiempo el apodo de “El conejo de la suerte”

Happy Rabbit ‘conejo feliz’, fue el prototipo de Bugs Bunny aparecido por primera vez en el corto Porky’s Hare Hunt, el 30 de abril de 1938. Estaba codirigido por Cal Dalton y Ben “Bug” Hardaway.

Su tercera aparición fue en otro corto de 1939, Hare-um Scare-um, dirigido por Dalton y Hardaway. Gil Turner, el animador de este corto, fue el primero en dar nombre al personaje. Había escrito Bug’s Bunny, ‘el conejito de Bug’, en una hoja de los modelos previos, dando a entender que lo consideraba como obra de Hardaway.

Tras este corto fue llamado Bugs por todos los animadores, pues era un nombre que le cuadraba, ya que coloquialmente significa ‘bicho, loco’ y se usa en el mismo sentido que cuando se dice de alquien que es un bicho, es decir un hiperactivo y alocado entrometido.

Su primer corto como Bugs y con la apariencia y voz actual aconteció en A Wild Hare dirigido por Tex Avery, el 27 de julio de 1940. En esta animación emerge por primera vez de su madriguera para preguntarle al cazador Elmer Gruñón (Elmer Fudd) ¿Qué hay de nuevo, viejo? (What’s up, doc?).

Esta frase fue escrita por el director del corto y en su momento explicó que era una expresión habitual en Texas, de donde él era, y que no la pensó mucho. Cuando fue proyectada en cines causó una reacción muy positiva en el público y, por ello, se convirtió en un elemento recurrente en las siguientes historias.

En cuanto a la pose clásica de Bugs masticando su zanahoria se originó -según explicaron Chuck Jones y Friz Freleng- como réplica de una escena del film de 1934 Sucedió una noche (It Hapenned One Night) de Frank Kapra. Esta película gozó de gran popularidad en la época al ser la primera en obtener 5 oscars en las principales categorías (película, director, actor principal, actriz principal y guión adaptado).

En una escena, el personaje interpretado por Clarck Gable se encuentra apoyado contra una valla, comiendo zanahorias rápidamente y hablando con la boca llena al personaje interpretado por Claudette Colbert. Al ser tan conocida los espectadores reconocían de inmediato la pose de Bugs como un sátira.

En el corto Super-Rabbit, Bugs era visto al final con un uniforme de los marines y hablaba de super hombres. Como consecuencia, el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos le nombró marine honorario.El clásico de Chuck Jones de 1957, What’s Opera, Doc?, que muestra a Bugs y Elmer parodiando el clásico de Wagner El anillo del nibelungo, ha sido considerado “culturalmente significativo” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionado para ser preservado en el registro nacional de películas.

Ha sido el primer dibujo animado en alcanzar este honor. En el corto Knighty Knight Bugs (1958), un medieval Bugs Bunny se las veía con el caballero negro interpretado por Yosemite Sam y con su dragón. Aunque otros cortos fueron nominados al Oscar al mejor corto animado con anterioridad, éste fue el único en ganarlo.

Bugs Bunny y Mickey Mouse han sido los primeros dibujos animados en conseguir un estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.Y hablando de Mickey Mouse, en la película de 1988 ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit?), que combinaba animación con imagen real, Bugs se muestra como uno más de los dibujos animados que vivían en Toon Town.

Pero al ser una película de Walt Disney Company, la Warner Bros sólo permitió el uso de Bugs si aparecía el mismo tiempo de metraje que Mickey Mouse. Ése es el motivo por el que aparecen juntos en pantalla.

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28 abr 2014

El primer bombero de la historia

Se puede considerar a Marco Licinio Craso, ávido hombre de negocios y senador romano que vivió del año 114 al 53 a. C., como el precursor de los bomberos, porque fue el organizador del primer servicio contra incendios de Roma.

Lo que pasa es que no lo hacía precisamente de forma desinteresada, porque cuando un edificio romano empezaba a arder –lo que sucedía con bastante frecuencia–, Marco Licinio se presentaba en el lugar y no daba la orden de poner en funcionamiento las bombas de agua que llevaba para apagar el incendio hasta que el propietario del inmueble no se lo vendía, en condiciones, lógicamente, muy ventajosas.

Si el dueño no accedía a la venta, dejaba que el edificio se consumiera entre las llamas. Sus métodos, por lo tanto, recuerdan bastante a los de la Mafia.  Craso se había hecho inmensamente rico especulando y extorsionando; sus negocios incluían desde casas de prostitución a estas brigadas de bomberos.

Cómo sería la fama de su codicia, que en un juicio en el que estaba acusado de acostarse con una vestal (uno de los peores delitos de la época), el jurado le creyó cuando adujo que lo había hecho para arrebatarle su propiedad. Según el historiador Plutarco, su capital pasó de 300 a 7.100 talentos en un tiempo récord. Pero, por mucho dinero que Craso tuviera, en Roma no eras nadie si no tenías una carrera militar.

Llegó a pagar de su bolsillo los servicios de la legión que venció a los esclavos rebeldes comandados por Espartaco y, gracias a sus riquezas, consiguió ir subiendo todos los peldaños del cursus honorum (la carrera militar romana) hasta llegar a senador.

Formó parte del Primer Triunvirato junto a César y Pompeyo y, finalmente, fue asesinado por los partos durante unas conversaciones de paz tras la derrota de Carras, en Mesopotamia. Cuentan que el método elegido por el general parto Surena para darle muerte fue obligarle a beber una copa llena de oro fundido, mientras pronunciaba la siguiente frase: “Sáciate de este metal del que estás tan ávido”.

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26 abr 2014

El paracaídas

Un paracaídas es, como su nombre lo indica, un artefacto diseñado para amortiguar los choques provocados por una caída. El término paracaídas está casi siempre asociado a la seguridad aeronáutica y por ende su uso casi exclusivo en la actualidad es para los elementos de supervivencia que desaceleran las posibles caídas de personas y objetos desde aviones, globos aerostáticos u otros objetos que se puedan ubicar a cierta altura peligrosa respecto al suelo.

El paracaídas redondo es el más conocido (fue el más usado durante el siglo XX) fue inventado en el siglo XIX como método salvavidas para quienes ascendían en aerostatos de aire calentado; se trata de un velamen grande con forma de paraguas utilizado para reducir la velocidad de una persona o un objeto que cae por el aire, y que se transporta en los aviones como dispositivo de emergencia, inicialmente se fabricaba con seda.

El invento del paracaídas suele ser atribuido a los antiguos chinos como una variación de una gran cometa (barrilete o volantín o pandorga) capaz de sostener importantes pesos; los paracaídas de nylon fueron inventados por los aliados a mediados de la Segunda Guerra Mundial cuando las principales zonas productoras de seda estaban en poder del Japón.

Los paracaídas triangulares o en forma de delta se inventaron a mediados de los 1950 como paracaídas direccionables (su evolución dió lugar al aladeltismo), más concretamente los paracaídas triangulares o delta se plantearon para intentar un aterrizaje (no un amerizaje) sobre pista de las cápsulas espaciales del programa Gemini estadounidense a mediados de los 1960s. Los actualmente difundidos "paracaídas rectangulares" que poseen bastante direccionabilidad y capacidad de planeo fueron inventados en el contexto de la Guerra Fría para permitir operaciones sorpresivas de las fuerzas comando.

El primer intento conocido de lanzarse en paracaídas tuvo lugar en Córdoba, España, en el año 852, con éxito parcial, pues Abbás Ibn Firnás, el hombre que saltó, sufrió algunas heridas al caer.

El uso del paracaídas también fue sugerido por Leonardo da Vinci mientras vivía en Milán. A lo largo de la historia ha habido otros muchos intentos fallidos. El primer paracaídas práctico fue inventado en 1783 por Louis-Sébastien Lenormand.

El aeronauta francés Jean Pierre Blanchard dejó caer un perro equipado con un paracaídas desde un globo en 1785, y en 1793 aseguró haber realizado el primer descenso humano con éxito utilizando un paracaídas.

En adelante, los paracaídas se convirtieron en un elemento habitual del equipamiento de los pasajeros de los globos aerostáticos, y después de la I Guerra Mundial se adoptaron como sistemas de seguridad para los pilotos y los pasajeros de los aviones.

Durante la II Guerra Mundial, los ejércitos generalizaron el uso de los paracaídas mediante cuerpos especiales, que eran lanzados en zonas situadas detrás de las líneas del enemigo desde aviones de transporte. A menudo la altura de vuelo era pequeña y los paracaídas estaban diseñados de forma que se abrieran automáticamente al saltar mediante grandes cintas unidas al avión de transporte.

En las guerras posteriores, los paracaídas se han utilizado para dejar caer equipamiento pesado, como tanques, camiones y cañones. La tela de un paracaídas de equipamiento pesado puede llegar a medir hasta 30 m de diámetro.

En la década de 1970 el paracaidismo deportivo se hizo muy popular gracias a un sistema de liberación rápida del paracaídas principal y apertura del reserva basado en el "3 rings (3 aros)" diseñado por el ingeniero Bill Booth que permitía a cualquier persona realizar el deporte fácilmente.

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25 abr 2014

El fonógrafo

El estadounidense Thomas Alva Edison fabricó el primer reproductor, el fonógrafo, en 1878. Fue la primera persona que grabó y reprodujo un sonido.

Edison consiguió registrar sonido en un cilindro giratorio recubierto de papel de estaño. El sonido producía vibraciones que hacían que una guja grabara surcos en el cilindro. Al volver a dar vueltas al cilindro, el sonido se reproducía.

En 1888 el alemán Emile Berliner inventó el gramófono, un reproductor de sonido grabado en un disco plano. Se accionaba una manivelas para dar vueltas y escuchar el disco, que sólo duraba dos minutos.

En 1948 se inventó el disco de larga duración (LP), y por fin los reproductores pudieron ofrecer largas secuencias musicales.


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