
Laszlo, su hermano mayor y su
socio Meyre emigraron a Argentina y adquirirían la nacionalidad de ese
país. La razón principal de que esto ocurriese así fue que Agustín Pedro
Justo, quien por aquel entonces era presidente de Argentina, se quedó
maravillado de un prototipo de bolígrafo que descubrió mientras Laszlo
escribía un reportaje en Yugoslavia; la represión nazi hizo el resto.
En 1940 los tres húngaros
nacionalizados argentinos crearon la compañía Biro-Mayne-Biro en un
garaje, con poco dinero y 40 empleados. Con el tiempo fueron
perfeccionando el invento y lo lanzaron al mercado con el nombre
comercial de Birome (acrónimo de Biro y Meyre). Al principio los
modelos creados eran sumamente costosos, comparables a la estilográfica
más cara de la época, la Parker 51.
En 1943, Biro-Meyre-Biro vendió la licencia de la “esferográfica”,
como se llamaba por aquel entonces, por la suma de 2 millones de
dolares, una cifra extraordinaria, al fabricante estadounidense de
instrumentos de escritura Eversharp. Esta empresa fue adquirida por
Parker Pen, que instaló una planta de producción en Argentina y sus
oficinas comerciales en donde se encontraban sitos Birome.
En 1951 también vendió el producto a la compañía francesa Marcel Bich. Esta empresa se hizo realmente famosa gracias a su marca, Bic, el primer bolígrafo de bajo coste.
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